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Meditación para el Dia de la Tierra

Ariel
Meditación para el día de la Madre Tierra
(Sembrando semillas para la Nueva Tierra)

Llamada a todos los seres unidos el día de hoy en meditación y que desean recibir los dones que el UNIVERSO les ofrece para poder co-crear  la Nueva Tierra.

Gracias por entregaros a una labor hermosa que significa irradiar luz para que todo sea revestido de una nueva vibración,  rebosante de dulces frecuencias que elevan Madre Gaia  hacia una nueva dimensión.

Todo va a amanecer con una dulce fragancia que revestirá los cuerpos y las almas, nada podrá resistirse a este aliento de  paz que surgirá en cada uno de los corazones y que hará que cese el camino de la crueldad para entrar en la onda infinita de la compasión, el amor y el respeto por todo lo que es. Un respeto que se extenderá desde cada confín para abrazar toda brizna de hierba, toda manifestación  de vida y del esplendor divino de la Creación, emanando en cada criatura  hija del sol y de la Tierra misma.

Ahora unimos nuestros corazones para meditar en una absoluta PAZ, en una fusión de espíritus que se reconocen como llamas hermanas y que cumplen  su compromiso sagrado de sembrar amorosamente todas las semillas, continentes puros de la mismísima esencia de la creación.

Almas benditas, respiren al unísono, relajen suavemente sus cuerpos, vayan soltando de sus campos lumínicos toda imperfección, toda duda. Recuerden y amen profundamente quienes son, abracen con un abrazo sublime sus propias sombras, sus niños heridos, sus llagas más profundas. Inúndense de lágrimas de compasión y sientan fuir aguas puras y cristalinas dentro sus cuerpos. Son infinitamente hermosos, abracen toda su hermosura y sanen  todo sufrimiento para siempre jamás.

Sientan como caminan descalzos en un inmenso campo de tierra suave, mullida, húmeda, tierna, amorosa…. Túmbense encima de esa tierra y sientan su calidez, su ternura, su amor. Respiren y sientan el latido de la Madre,  acurrucados bellamente en su útero. Ella les protege, les alimenta, les ama…..Sientan todo el amor en cada una de sus células, sanando y sanando todo dolor, pena, tristeza, ausencia, carencia…. Sientan latir sus corazones al unísono con la Madre. Respiren todo amor, toda belleza, toda perfección, toda calma, toda paz…. Sientan que son una parte del todo, respiren la UNIDAD como luz divina que viene directamente del  Padre, respiren esa maravillosa luz  y  reconózcanse como seres divinos, en toda su pureza y perfección.  Respiren el flujo constante del AMOR  como agua sanadora de todo lo que llevan impreso en sus células.

Todos sus guías y maestros les acompañan en este acto de extrema devoción. Respiren y sientan la devoción que les conduce hacia el momento en que sus semillas de creación van a ser sembradas en el  CAMPO de su Tierra y de sus vidas.

Observen las palmas de sus manos,  sientan rayos de luz blanca y dorada que emanan de ellas y que envuelven sus cuerpos y se expanden y se expanden….. Miren sus palmas porqué en ellas están las semillas que ahora van  a sembrar en comunión.

Sus dedos teclean pequeños hoyos en la tierra,  en ellos, van sembrando una a una, cada una de sus semillas, cada  una contiene un propósito, cada una contiene un diseño único, cada una es tan bella como las demás, cada una proviene del amor puro;  y todas  forman parte del Plan Divino Universal. Todas ellas son igualmente imprescindibles y contienen el diseño primordial que manifestará la extrema hermosura contenida en cada uno de sus corazones.

Con sus manos vayan cubriéndolas del dulce sustrato, vayan  arropando, peinando acariciando. Pongan toda su ternura en ese acto de amor prodigioso. Sientan la dulzura en sus manos y en sus cuerpos conectados a la Madre. Sientan la alegría de estar prestando un servicio. Tómense el tiempo que necesiten  para la siembra.

Al terminar, reconózcanse los unos a los otros y fúndanse en los abrazos….. Luego, tómense de las manos  creando un círculo de celebración… que se agranda y se agranda…. Vean como empiezan a rodearse de nubes cargadas de agua pura y diamantina  y empiezan a rociar de una suave  lluvia que  acaricia,  empapa y bendice  la siembra. Dancen  flotando al ritmo de la lluvia, celebren al ritmo de lluvia y agradezcan….. Bendita sea el agua, bendita sea el agua!…

Observen como un inmenso arco iris   les envuelve y  se expande y expande llegando a todos los confines, envolviendo la tierra entera…. Sientan  que al abrirse las nubes,  aparece el sol  radiante, sientan su calor en  sus caras, envuélvanse de su luz  y  reconozcan debajo de ella toda la vida,  toda la diversidad de vida,  manifestándose a su alrededor y  siéntanse parte de ella. Celebren la vida, envíen sus cantos del alma, su música interna, su voces se unen en un cántico sagrado de armonía.  Sientan  la luz, el calor del sol, de todos los soles del Universo, que día tras día generan el milagro de la germinación de la vida. Celebren gozando desde el puro amor que les invade.

Con ojos nuevos observen la maravilla de la creación y sientan como sus semillas empiezan a moverse en ese Campo de Luz que co-crearon y dejen que el proceso de la naturaleza siga su curso.  Sepan en lo más profundo de sus corazones que todas las semillas  que han sembrado, en su momento, solo en su preciso momento…. Germinarán,  florecerán y darán sus frutos … Agradezcan cada fruto que reciban  expandiendo sus corazones con la llama del amor. Agradezcan a sus guías y maestros tanta ayuda prestada.

Recuerden que son apoyados e infinitamente amados y reciban esta meditación como un regalo de los planos angélicos.

Namasté