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Liberación del cuerpo del dolor

Este mensaje de Ariel enfatiza la importancia del silencio mental y la comunión divina, accesibles a través de la meditación y los cantos sagrados. Subraya el principio de establecer un diálogo íntimo con el propio cuerpo, escuchando y sintiendo cada parte de él, para trascender el juicio racional y conectar con el Ser. A través de esta práctica, se sugiere que podemos conocer nuestro verdadero estado emocional y lograr una limpieza emocional profunda, reconociendo que el cuerpo físico actúa como un espejo de nuestras emociones y pensamientos.

El texto también aborda cómo nuestras emociones negativas se materializan en el cuerpo físico, causando malestares o enfermedades, y propone la liberación emocional como camino hacia la iluminación, manteniendo la paz y la inocencia primordial. Destaca la importancia de desidentificarse del ego o falso yo, y sugiere que al liberar el cuerpo y disolver las emociones dolorosas, podemos anclar nuestra presencia en el Ser, convirtiendo la mente en un instrumento para materializar nuestro propósito divino, evitando quedar atrapados en miedos y limitaciones.

Finalmente, el mensaje concluye con una invitación a reconocer el corazón como brújula verdadera hacia la autenticidad y la compasión, reiterando el apoyo y el amor en el proceso de permanecer en paz y en flujo amoroso. La esencia de este mensaje radica en la liberación de la mente y la emocionalidad limitante, para abrazar una vida guiada por la auténtica presencia divina del Ser, marcando el camino hacia la verdadera liberación y unificación con el todo.


Ariel, mensaje para hoy

El perfecto estado de comunión  divina, radica en el silencio de la mente. Acallando la mente  a través de la meditación y los cantos sagrados os permitís la comunicación perfecta con el Ser.

Hay un principio básico que puede ayudar a establecer un contacto íntimo con el Ser y habitar en el uno, para percibir la esencia pura de todo lo que es. Hace falta iniciar un dialogo con el cuerpo físico que no sea tutelado por la mente racional, ya que ésta realiza una función de enjuiciamiento de las situaciones.

Necesitáis escuchar cada una de las partes de vuestro cuerpo físico y  notar cada sensación, cada sentimiento, realizando  un tacto a cada una de las emociones que lleváis inscritas en vuestras células, dejando expresar a vuestro corazón. Solo así conoceréis vuestro verdadero estado emocional. Cada emoción que crea vuestro pensamiento, en relación a vuestras interacciones con el mundo circundante, se refleja de forma sistemática en vuestro cuerpo físico.

La limpieza emocional debe realizarse simultáneamente a la comunicación con el ser; al conectar con vuestro cuerpo  físico conoceréis el verdadero estado en que os halláis,  al dejar fluir las emociones accederéis a un conocimiento claro de vuestro momento vital. Entonces debéis distanciaros y ser simples observadores, el aquietamiento  mental os permitirá desidentificaros de vuestro cuerpo del dolor.

Cada parte de vuestro cuerpo físico, es en realidad un mapa emocional perfectamente estructurado. Cada molestia, cada dolor, cada enfermedad es la materialización  de un pensamiento a través del fluido emocional. El cuerpo emocional,  al no poder regenerarse, actúa como conductor hacia el cuerpo físico,  y es allí donde depositamos las emociones negativas. La batalla se libra en mismo cuerpo físico,  cuando nos incapacita una situación  que no podemos resolver a través de nuestra mente. Nuestra mente suele conducirnos al atascamiento si estamos imbuidos en un estado de miedo. Nuestra mente nos identifica con el falso yo,  ese ego o falso yo tiende a temer por la supervivencia ya que desconoce la inmortalidad.

Testar el cuerpo físico es algo que debéis realizar desde un estado de quietud, observando como simples testigos y  liberando a través de la relajación, cualquier energía que permanezca estancada. La respiración enfocada a los diferentes órganos y tejidos corporales va a permitir la expansión y la liberación energética, simplemente soltando.  No dejéis que ninguna emoción negativa se ancle en vuestro cuerpo físico ya que esto os va a conducir a  una serie de malestares que vuestra mente temerosa  cristalizará en vuestras células. Distanciaros, para desidentificaros del dolor.

Este ejercicio de liberación emocional os ayudará  a restablecer vuestro camino hacia la iluminación, que no es nada más que el permanecer en la paz y en la inocencia primordial. 

Liberar el cuerpo, disolver emociones que infringen sufrimiento, desidentificarse del falso yo, anclados en la presencia del  Ser,  os capacita  para dirigir vuestras vidas de una forma en la que vuestra mente se convierte en un instrumento para la materialización de todo aquello que forma parte del propósito,  conectándoos a la mente universal creadora que os conducirá hacia la unificación. De lo contrario continuareis en un círculo cerrado en el que iréis materializando vuestros propios miedos,  anclados en la matriz del miedo, sin posibilidad de salir.

Entended el verdadero significado de la liberación. Ahora ya sois capaces de acceder una auténtica desidentificación con la mente,  conocéis como desconectaros y convertiros en observadores. Manteneros en esa posición para que  la verdadera presencia divina del ser que sois, se manifieste en vosotros, de forma sencilla y natural.

Recordad que la brújula está en vuestro corazón, es el que os muestra el verdadero camino.

Apoyados y profundamente amados, permaneced en la paz y en el flujo amoroso de la auténtica compasión.

Namasté

9 de marzo de 2013