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La Transmutación Interior: Claves para Abrazar la Nueva Era

Ariel, mensaje para hoy

Amados,

Permitiros integrar estos momentos en el que vuestras vidas están a punto de dar un giro de 180 grados,  todo en vuestro mundo esta cambiando a una velocidad insospechada. Integrar todo lo que está sucediendo en este día a día tan intenso no se limita a dejarse sorprender por los acontecimientos, todo lo que vaya a acontecer deberá hallaros preparados a todos los niveles.

Vuestros cuerpos físicos se están adaptando a la nueva vibración, todo está en una completa transmutación.  A nivel energético vuestros chacras se están activando progresivamente,  a nivel físico significa que cada una de las partes de vuestro cuerpo donde la energía se halla bloqueada  reaccionan  de una forma que vosotros apreciáis como dolor.

Concentraros en vuestro cuerpo energético, en cada uno de los niveles o chacras para percibir la forma en que la energía se mueve, notad las direcciones que toma, la vibración, la intensidad, sintiendo cada uno como una fuente. Notad el flujo y dejad que cada una de las fibras de vuestro cuerpo físico se impregne de él. Cada dolor que percibieseis como bloqueo, soltadlo  inmediatamente y dejad que la energía disuelva todo lo que se halle estancado.

Mientras realicéis este ejercicio, soltad  también en vuestra mente, cada imagen o pensamiento que aparezca en el momento de que liberáis  vuestro cuerpo, observad como se funde y se diluye.

Todo lo que ahora está sucediendo en vuestra tierra,  está removiendo también en vuestro interior, pensad que sois un volcán que ha dormido durante mucho tiempo. En la base de vuestra columna se está encendiendo de nuevo el fuego, dejad que emerja  a través de vuestro canal central, recorriendo el trayecto de vuestra espina dorsal activando a su paso cada uno de vuestros chacras: vientre, plexo, corazón,  garganta, entrecejo,  hasta llegar a la corona dónde sentiréis el fluir, como una catarata en forma de flor de loto. Así entraréis en el fluir de la fuente hacia la iluminación.

Sentid a vuestra Tierra como un ser vivo, sed uno con ella y con todos los  seres que la habitan. Tomad conciencia de que os halláis en la encrucijada,  a  punto de transcender, a punto de convertiros en seres  que deciden el futuro del hogar en el que habitan, podéis intervenir de manera consciente en el proceso de cambio, conducir este proceso.

Pero conviene que estéis despiertos, atentos a las señales que os manda vuestro corazón, él os envía información  a través del sentido de la intuición. El dicta vuestros pasos, recordad que debéis estar conectados a la Fuente.

Cada uno decide como y de que forma intervenir, escuchad vuestro interior y no os dejéis llevar por energías discordantes, unificados con vuestro Ser Superior en el recogimiento,  encontraréis la forma con  la que podéis participar en el acompañamiento del  proceso  de transformación y elevación planetario. Cada uno acompaña el proceso de forma única y sincronizada con todas las fuerzas del  Universo. Aquí estáis para ello, afrontándolo  desde el gozo, la ilusión la alegría y el amor.

Desestresaros de vuestras prisas y obligaciones,  conectaros con los elementos, vibrad con vuestros  cantos  y celebrad cada momento. Entended que la relación que habéis creado entre vida y sufrimiento, la habéis creado a partir de vuestros propios pensamientos y actos, debéis saber que todo lo que sucede a vuestro alrededor es aquello que vosotros creáis y atraéis. El poder que os otorga esta sabiduría es el de transformar vuestras creencias, aquellas que se han ido solidificando en vuestro interior,  todo lo que os mantiene atados a la rueda del karma y del dolor. Con un solo pensamiento podéis disolver vuestras cadenas.  Solo aquello que se crea desde la luz y desde el amor puede devolver la paz a vuestras vidas y a vuestro mundo.

No os aferréis a nada y estad preparados para que los cambios accedan a vuestras vidas desde una vibración armónica superior en  vuestros cuerpos de luz.

 Vibrad en el amor y recordad que sois profundamente amados y apoyados.

Namasté.

26 de marzo del 2011