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Renace en la Luz: Mensaje de Ariel para Celebrar el Solsticio

Ariel, mensaje para hoy

Amados, hoy deseo llenar de alegría vuestros corazones, no hay razón para sentir tristeza ya que es un momento en el que debéis celebrar. Hay que celebrar la llegada del Cristo,  simbólicamente, la idea del renacimiento que aparece en estas fechas, nos indica que es momento de renacer.

El sentido de la llegada del Cristo es el de un acontecimiento cíclico que  permite limpiar vuestros lastres, todo aquello que arrastráis, todo el dolor interno, todo el sufrimiento y sublimarlo a través de la alegría  y de la celebración. No estoy hablando de vuestro sistema viciado en el que se confunde la celebración con el consumismo y el despilfarro.

Celebrar representa unir todos los corazones en una fuerza tal en que la vibración del amor alcanza a todo aquello que nos rodea. Comunicad este sentimiento de plenitud a los  seres cercanos y a todos aquellos lugares donde pueda llegar la vibración,  con el deseo de co-crear nuestro entorno a partir de un nuevo patrón que no concuerde con ningún tipo de actividad que esté en desarmonía con la Madre Tierra y con el propio Ser.

La plenitud llega a través de una vibración amorosa,  conseguid  vibrar a  una octava mayor de lo que estáis acostumbrados. No hay que decir que el canto armónico, los mantras y la meditación,  conducen a este estado donde  os podéis  contagiar de una verdadera alegría a fin de albergar paz interior;  con solo mirar a los ojos y abrazar podréis  compartirla con los demás seres.

Disfrutad de la grandeza a través de crear ambientes de armonía en vuestros lugares, de dentro a fuera y de fuera a dentro. Corred y respirad al aire libre, sentid el sol durante el día y contemplad las estrellas de la noche, ya que las estrellas son los soles del universo y os envían su vibración para que todo resuene en armonía.

La grandeza habita en vuestros corazones, conectar con la propia respiración significa conectar con vuestro interior que es el lugar donde se halla este estado donde vibra la energía crística que os refuerza, os limpia y os redime.

Vuestra tierra está clamando para que entréis en una nueva etapa y abandonéis vuestros antiguos roles,  donde la vida pasa como una carga pesada que hay que soportar con resignación. La luz llega a todos los rincones,  vosotros debéis canalizar conscientemente esa luz para que empape todo lo que veis  y tocáis.   Ante cualquier situación que percibáis con desarmonía  o  que produzca dolor, sufrimiento, angustia o depresión,  simplemente debéis mandar luz de forma consciente, luz directamente a través de vuestra intención. El hecho de canalizar luz conscientemente,  ayuda a elevar la vibración de cualquier ser, lugar o situación.

Es el momento de  co-crear,  armonizar  y llenar de luz   todos  y cada uno de los rincones de vuestras vidas, es el momento de celebrar que estáis vivos y que  sois capaces de estar en paz con vosotros mismos y con todo lo que os rodea.

El solsticio indica el final de un ciclo y el inicio de otro, por esto resulta fácil pensar que habéis llegado al final de un trayecto y debéis renovar vuestra energía descargando todo aquello que no necesitáis para iniciar uno nuevo. Es un  momento para descansar y  reponer fuerzas, este lapso de tiempo permite renovarse, renacer hacia una nueva etapa;  hay que estar preparados para afrontar nuevos retos. 

El equilibrio interior será la fuerza que os empuja a un nuevo ciclo y  creed que lo importante no es “llegar”,  sino disfrutar de todos y cada uno de los momentos del trayecto, integrando en  vuestro ser  el conocimiento adquirido en cada uno de ellos.

Llega la hora de experimentar el tiempo de una forma diferente, hasta hoy habéis estado percibiéndolo de forma lineal, esta forma de percibirlo altera profundamente la manera en que se integra el conocimiento ya que  notáis las experiencias lejanas y sin ningún tipo de conexión.  El movimiento de las  galaxias en el universo se realiza en forma de espiral, entrad en la percepción de esta espiral del tiempo y notaréis que cada momento no está solo en si mismo,  sino que se conecta con infinitos momentos dentro de  esta espiral;  así vuestra mente,  puede ir abriéndose hacia la percepción de nuevas dimensiones que hasta ahora permanecían ocultas a vuestro entendimiento.

Debéis prepararos, sin afectación, todo debe darse como un fluir, como un juego, dentro de un estado de gozo. De esta forma vais a disfrutar del espectáculo, libres de temor y de culpa.

Ejerced el perdón ya que es la forma en la que podéis libraros de todo el peso, liberad vuestras células y vuestros tejidos de las emociones negativas que habéis acumulado y que se han entretejido en cada una de las fibras de vuestro cuerpo físico y  vuestro cuerpo de luz.  Limpiaros a través de la llama violeta, con la llama violeta invocaréis la ley del perdón: “YO SOY la ley del perdón”, esta es la afirmación que os libera y sana de toda culpa y emoción  negativa a través del flujo de la luz. Luego, cread una columna de luz blanca donde podréis liberar todo aquello que os oprime, el Arcángel Miguel  os facilitará este proceso.

No retengáis el flujo de la vida, soltaros para percibir todos los dones que están ahí detrás de la cortina de humo que vosotros mismos creáis con las dudas y vuestra propia angustia.  Pensad que no estáis solos,  el sentimiento de soledad es una simple ilusión que se ha creado a través del sentimiento de separación  o de desconexión. Sabed que estáis en la fuente y debéis ser conscientes de ello para transmitirlo y para  poder ayudar a otros seres a acceder a este conocimiento.

Entra la luz para que todo misterio sea desvelado, ya no hay misterio, solamente hace falta situarse en la posición adecuada,  para acceder al conocimiento que cada uno necesite  para avanzar en su proceso. La intuición es vuestra mejor guía, pero debéis estar conectados a la fuente para que nada obstaculice esa recepción que llega primero al corazón y luego al cerebro. Se trata de una sensación con la que notáis que no proviene solamente  de vuestra mente, sino de  toda la sabiduría inscrita en vuestros cuerpos,  cuando todo vuestro cuerpo asiente al unísono.

Luz para todos y vibrad en el amor.

Namasté

13 de diciembre de 2010