Ayma en ti
Ahora es un momento en que vuestro mundo se está preparando para un cambio realmente sorprendente. Estáis en comunión con vuestra Gaia y esto implica una limpieza de vuestros campos energéticos. Habéis estado sosteniendo mucho peso, mucha carga, mucho sufrimiento. La tierra y vosotros sois la misma cosa, los síntomas en vuestros cuerpos físicos son exactamente iguales a los de ella. La inmersión en una oleada cambiante de campos magnéticos provinentes de nuestro sol central, Sirio, está haciendo una labor altamente sanadora y también altamente dolorosa para todo aquello que se resiste a ser soltado.
Para que podáis desprenderos más fácilmente de ese lastre, tenéis que aflojar y dejar de resistiros. Mantener el pensamiento en el ahora puede ser de gran ayuda, muchos de vosotros deambuláis con vuestro pensamiento entre el pasado o lo pasado, perdidos y fuera de control. Las aguas mansas deben regresar a vuestras mentes, con un suave oleaje para que pueda limpiar toda esa carga de recuerdos inscritos en vuestros músculos y vuestro subconsciente. Así también Gaia se limpia a través del flujo de las aguas y remueve sus músculos a través de los temblores de las capas internas. Este es un símbolo de su vitalidad, los elementos deben estar en equilibrio tanto en vuestros cuerpos, como en vuestros lugares y en todo vuestro planeta, cuando algo se remueve hay que soltar.
En vuestro caso, como seres humanos que sois, debéis regresar a vuestra paz original simplemente transcendiendo vuestras preocupaciones e ingresando plácidamente en vuestro interior. No se trata de explorar en vuestros traumas del pasado, ni tampoco intentar entender o analizar. No es momento para analizar nada, ni buscar causas ni culpables. Se trata de soltar todo aquello que está en desarmonía, a través del flujo, no os contengáis, soltad. Pensad que estáis en lugar seguro, en vuestros hogares, rodeados por todos aquellos que os aman. Vuestra familia de luz os acompaña y ahora podéis vibrar en una nueva frecuencia amorosa, nada puede impedir que seáis felices y estéis tranquilos, recordad que siempre estáis en el lugar adecuado y que sois la Divina Presencia, eso es lo más importante que os da el ahora.
Amados, sois amados por vuestro coraje, por vuestra valentía, porqué sois, puesto que decidisteis estar presenciando estos momentos en que la transformación es inminente.
No se trata solamente de una transformación implícita en el paso de una generación a otra, se trata del inicio, del traspaso a una era nueva que todavía está por escribir y de la que sois creadores y partícipes. Todos los humanos estáis implicados, seáis o no concientes de ello. El hecho de poseer esa consciencia os convierte en catalizadores activos para la transformación. Seáis o no conscientes, canalizáis la luz para que vuestro planeta ascienda en comunión con todos los seres que habitan en él.
Vivid en armonía con todo lo que os rodea, traed la luz a todo lo que no esté resonando para vosotros de forma adecuada, no luchéis, traed luz a cualquier situación que produzca dolor, pesadez, injusticia, desamor…. Traed luz, imaginad cada situación de forma que resuene armónicamente dentro de vuestros corazones, proyectad esa perfección y conseguiréis materializar lo que está dentro de un plan pensado y creado dentro de un orden armónico universal. Dejad de criticar lo que no os guste, proyectad soluciones y transmitirlas a vuestro mundo, sed constructivos i no derrotistas.
Dejad de pensar que debéis reclamar justicia a través del empleo de la injusticia, la venganza, las armas y el dolor. Las armas no son nada más que la materialización de los pensamientos de miedo, de odio, de venganza y de dolor. La ley del perdón debe ser invocada para que la llama violeta redima todo el mal y todo el dolor vertidos en vuestros lugares y mundos. Haced que todo reluzca con la luz y envolved vuestros cuerpos con un manto dorado, para que todos capten lo que estáis transmitiendo i lo que estáis transmutando.
Respirad en el amor y en la compasión, sentid la unicidad en vuestras vidas, para poder transcender a la dualidad. Todos deben saber que están conectados a la fuente y que no es necesario ejercer ningún poder para alimentarse de la energía de los demás seres, el flujo es igual para todos, nadie debe sentir que se ahoga en el dominio de nadie. El flujo debe correr a través de todos y los intercambios deben ser equilibrados: todos deben sentirse en armonía con sus intercambios: relaciones, negocios, bienes, asociaciones, lo masculino y lo femenino debe estar en equilibrio. Los viejos patrones deben soltarse, y eso se hará con o sin dolor.
Sois profundamente amados, permaneced en la luz.
Namasté
25 de diciembre de 2010